Aún recuerdo como si fuera ayer la primera vez que tuve un
orgasmo estimulando mis pezones. Para mí no existían. Por supuesto que me
habían magreado las tetas y me habían chupado y pellizcado los pezones. Pero
creo que lo hacían muy de pasada. Como un hecho simbólico. “Las toco, porque
hay que tocarlas, pero yo quiero meterla” es lo que se me pasa por la mente
recordando antiguas relaciones. Incluso cada vez que lo hacían pensaba: “Bueno,
un poco de magreo y a seguir.”
Para mí los pezones y
las tetas en general eran ni fu ni fa. Pensaba que para mí no era una zona
erógena. Y me pregunto…
¿Por qué nunca habían insistido en estimular mis pezones?
Pues la verdad es que no lo sé. Y no voy a ir preguntando a
mis ex.
Pero el día que tuve mi primer orgasmo pezonil se abrió la
caja de pandora. Una infinidad de sensaciones invadieron mi cuerpo y una
corriente eléctrica invadió mi entrepierna dándome descargas incesantes en mi
Pokemon.
Al principio pensé lo de siempre… “Ya está con las tetas”.
Pero cuando siguió, y siguió, y siguió, y siguió, y siguió pellizcándolos,
rozándolos con las yemas de los dedos, estrujándolos y volviendo a pellizcar
mientras lamia mi pokemon y me estimulaba con sus dedos mi punto G tuve uno de
los mejores orgasmos de mi vida. Lo recuerdo perfectamente y se instaló
perpetuamente en el TOP TEN.
Ahora soy yo quien le pide a Bicho que me pellizque los
pezones y es que es increíble todas las sensaciones que me produce.
Mis orgasmos ya no son orgasmos cualesquiera. Son ORGASMOS
2.0.
Y si quieres saber tú también como conseguirlos, lo podemos
ver en una reunión. ¡Las risas están aseguradas! Mándame un email o contacta
conmigo por facebook.
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¡Besitos Tentadorix!
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