QUE TENDRÁN, QUE TENDRÁN...

¡¡¡Buenos días de Martes!!!

¿Cómo va la semana? Seguro que con el post de hoy os la voy a mejorar…

Y es que, ¿cómo puede un hombre o una mujer de lo más normal parecer de lo más sexy en cuestión de minutos? Muy fácil… ¡Poniéndose un UNIFORME! Porque no se a vosotr@s, pero a mi es ver un uniforme y me vuelvo loca, loquita, loca. Mi cuerpo entra en erupción rebosando calor…

Pero vamos a ir analizando uno por uno los tipos de Uniformes:

BOMBERO

Que tendrán, que tendrán los bomberos. ¿Será lo de rescatar gatitos de los arboles? ¿Será que se enfrentan a peligros constantes? ¿Será que tienen que estar en una forma física colosal? ¿O que apagan fuegos, encendiendo en nosotr@s otros?

Yo no se que será, pero #madredelamorhermoso voy a encender un fuego a ver si aparecen morenazos así en mi casa.

Pero no solo los hombres se calzan el uniforme, hay que ver como están las mujeres bombero… (¿Qué os pensabais? ¿Qué no ibais a tener pibonazos vosotros?)

POLICIA

¿Y quién mejor para protegernos de los malhechores? Y es que lo mismo el tío de aquí abajo lo ves vestido de civil y pasa desapercibido, pero es ponerse el uniforme y yo me dejo cachear lo que sea…

¿Y qué me decís de ellas? Cada vez son más las mujeres policía al mando de la situación. Y eso, no se a vosotros, pero a mí me pone mil…

MILITARES

Y por último los militares… Ay, Ay, Ay, Ay, Ay. Mi debilidad. Tan rudos, tan sudorosos, tan solidarios, tan… de la guerra.

Y si encima es Channing Tatum, por favor, que venga, me registre, me dé volteretas y si es estrictamente necesario que me desnude. Y si no lo es, también. Porque a este hombre da lo mismo el uniforme que se ponga, es que todos le quedan tan tremendamente sexy…

Y no podían faltar ellas. Hoy mi bicho me ha revelado que a él no sólo le gustan las mujeres con uniforme, si no que tengan una actitud guerrera. Porque una mujer fuerte, con un fusil en la mano… es tremendamente sexy.

La verdad que es curioso lo que los uniformes nos provocan. Mi bicho es militar, y no sé si habrá tenido algo que ver eso el hecho de que me casara con él… 

Puede. Porque cada vez que lo veo entrar en casa con su uniforme, ¡AY OMÁ! ¡QUE ME LO COMO ENTERITO!